El día en que EEUU casi le declara la guerra a Chile: El caso del USS Baltimore

Año 1891, la pugna entre el poder ejecutivo y el poder legislativo llegó a su punto más álgido durante la administración del Presidente José Manuel Balmaceda; Chile viviría uno de los episodios más sangrientos y trágicos de su historia, una antesala a lo que pudo haber constituído una tragedia aun mayor meses más tarde. 

Caricatura estadounidense que representa la crisis del Baltimore


Los días iniciales del año fueron tranquilos aunque expectantes. El día 5 de enero, Balmaceda emitió el Decreto N° 40, declarando vigente el presupuesto aprobado para el año anterior, una acción fuera del marco legal del Estado. El Congreso declara inconstitucional al presidente Balmaceda y la flota sublevada en favor del Congreso zarpa desde Valparaíso llevando a bordo a las principales autoridades del Congreso, entre ellos a Ramón Barros Luco y Waldo Silva. Se daba inicio a la Guerra Civil de 1891.

En esta guerra fratricida –protagonizada por muchísimos hombres que habían luchado juntos durante la Guerra del Pacífico– se impuso el bando congresista, el cual, con el control de las zonas salitreras desde el inicio del conflicto, pudo equipar y disciplinar un ejército que logró desembarcar en Quintero y vencer a las fuerzas del gobierno en las decisivas batallas de Concón y Placilla en los días 21 y 28 de agosto respectivamente.  

En este contexto de guerra civil, y por ende, de inseguridad, arribó a la bahía de Valparaíso en el mes de abril el crucero estadounidense USS Baltimore, con el fin de proteger a los ciudadanos de su país, además de sus intereses económicos y sus propiedades.



USS Baltimore


El 16 de octubre de 1891 el capitán Winfield S. Schley del USS Baltimore, le otorgó permiso a la tripulación del crucero, 117 marineros, para que bajaran a divertirse a la ciudad puerto. Esta acción constituyó un acto sumamente imprudente e irresponsable teniendo en consideración lo tensa que estaban las relaciones chileno-estadounidenses. En esta complicada relación debemos entender la importancia que constituyó el intento de mediación de EEUU, durante la Guerra del Pacífico, en favor de los aliados Perú-bolivianos, y también, de forma más reciente a los acontecimientos, el hecho de que el "Baltimore" evacuara durante la Guerra Civil a un gran número de "balmacedistas" al Perú, muchos de los cuales encontraron asilo en la Legación de los Estados Unidos. 

Finalmente, en una refriega de ebrios acaecida en el bar True Blue de la ciudad puerto, en la que aparentemente habría sido mancillada la imagen del capitán Arturo Prat, máximo héroe naval de la nación chilena, dos marineros del USS Baltimore resultaron muertos. Este incidente dio inicio a una gravísima crisis diplomática entre Chile y Estados Unidos que estuvo a punto de definirse por la vía armada.


Representación de la refriega entre chilenos
y estadounidenses  


El presidente Benjamin Harrison de los Estados Unidos fue partidario de aplicar una línea agresiva contra el gobierno del presidente Jorge Montt, situación que fue respaldada por una parte de la prensa local que se oponía a que se evocaran recuerdos de los hechos ocurridos en 1885 en Panamá. Hubo por tanto una animosidad negativa condicionada por eventos anteriores a los hechos de 1891.

Harrison demandó una reparación rápida y completa por los crímenes contra los marineros del USS Baltimore, sin embargo, sólo encontró respuestas vagas y poco amigables por parte del ministro de Relaciones Exteriores de Chile don Manuel Matta. Como sostiene Pablo Lacoste, "pronto comenzaron a efectuarse aprestos militares para saldar el pleito en el Campo de Marte". Ambos Estados llegarían a movilizar sus respectivas flotas (sin duda, eran las más fuertes del Pacífico occidental) y a preparar planes de guerra, entre ellos -y por parte de Estados Unidos- el bloqueo de los principales puertos chilenos.  


Presidente Benjamin Harrison


En enero de 1892, el gobierno de Jorge Montt recibió mensajes desde países europeos que le informaban de un inminente ataque armado de Estados Unidos hacia Chile. De hecho, el Congreso de Estados Unidos ya había aprobado la autorización para que el presidente Harrison declarase de guerra. Para esta fecha, la superiorior capacidad industrial de Estados Unidos dejaba en una tremenda desventaja a Chile, la cual sólo podía ser equilibrada con la fortaleza de su flota naval. 

Ante la gravedad de la situación, y ante la nimiedad que en el fondo representaban los hechos (hechos que no justifican una guerra que involucraría a miles de hombres) el gobierno reorienta su política diplomática y reemplaza al ministro Manuel Matta por el conciliador Luis Pereira Cotapos, quien finalmente logra ofrecer excusas satisfactorias a las demandas de los Estados Unidos. El gobierno se comprometió a pagar US$ 75.000 a los familiares de los marinos afectados durante la riña, además de someter a prisión a tres chilenos acusados del crimen. Como afirma Sebastiano Milesi, “bastó este gesto para que Washington calmara sus ánimos hostiles y las relaciones diplomáticas volvieran a la normalidad".


FUENTES.
-FREEMAN, Robert: América Latina, los Estados Unidos y las potencias europeas, 1830-1930. En L. Bethell, Historia de América Latina (pags. 73-105), Editorial Crítica, Barcelona, España, 1991
-LACOSTE, Pablo: Chile y Argentina al borde de la guerra (1881-1902). Anuario del Centro de Estudios Históricos "Prof. Carlos S. A. Segreti", Vol. 1, N°1, Mendoza, 2001.
-MILESI, Sebastiano: "El incidente del crucero Baltimore en Valparaíso". Revista Mar, N°192, Liga Marítima de Chile, Valparaíso, 2006. 
-RUBILAR, Mauricio: Guerra y diplomacia: las relaciones chileno-colombianas durante la guerra y la posguerra del Pacífico (1879-1884), Revista Universum, Talca, Chile, 2004. 
-SATER, William: Chile and the United States: empires in conflict, The University of Georgia Press, Athens and London, 1990.



Comentarios