CHILE, ARGENTINA Y LA CASI GUERRA DE 1898.


Como sostiene Luis Cáceres, las relaciones diplomáticas de Chile con los países vecinos han pasado por variados momentos de complejidad a lo largo de su historia republicana, tanto así que se han desencadenándo guerras con dos de sus tres vecinos. Pese a ello, un caso paradigmático lo constituye las relaciones chileno-argentinas, las cuales han pasado quizá por los más tensos períodos prebélicos que ha vivido esta parte del continente, pero que, a pesar de todo, nunca han llegado a resolver sus diferencias por la vía armada.



Un episodio poco conocido -a diferencia del Beagle en el 78'- fue una casi guerra con Argentina ochenta años antes, en 1898, situación que se vio posibilitada por las vicisitudes limítrofes que se arrastraban desde mediados del siglo XIX y que se veía peligrosamente alimentada por las enormes rentas que comenzaron a percibir ambos Estados en las últimas décadas del siglo.

Como bien se conoce, la "carrera" por la Patagonia Oriental, un territorio que no pertenecía a Chile ni a Argentina, producto del mayor interés trasandino, pasó a formar parte integral del vecino país en 1881. Aparentemente el asunto debió quedar zanjado con el Tratado de Límites firmado aquel año, sin embargo, Argentina desconoció el principio que caracterizaba al tratado mismo, que era el de Divortium Aquarum como los puntos de división fronteriza, cambiándolo por el de las Altas Cumbres.

A partir de 1892, y amparados por la ingente entrada de los recursos del Salitre en Chile y de la producción agropecuaria en Argentina, se inició una compleja y sistemática carrera armamentista que se extendió hasta 1902, y que inició con la compra por parte de Argentina de 120.000 fusiles Mauser, los cuales aumentarían hasta 180.000 en 1898. Chile, en respuesta, compraría hasta esa fecha 90.000 fusiles y 30.000 carabinas Máuser, los que se sumaron a los 30.000 Mannlicher comprados pocos años antes. De forma paralela, ambos países comprarían piezas de artillería (Krupp sobre todo), de ingeniería, de caballería, logística, etc. En cuanto a la marinería, Chile y Argentina ostentarían, intercaladamente, la sexta y la séptima flota a nivel mundial, sólo superados por las grandes potencias que en ese entonces competían por los imperios coloniales (Gran Bretaña, Francia, Rusia, EEUU, Italia, Alemania y Japón). Como sostiene Pablo Lacoste, “El poder naval de Argentina y Chile era tan desproporcionado con respecto al escenario internacional, que podía influir en el sistema mundial de alianzas y equilibrios de poder”.





Fue en este contexto en que el Alto Mando de Chile, previendo una guerra con Argentina, comenzó a elaborar un plan preventivo que le permitiera tomar la ofensiva en aquel hipotético conflicto. El plan chileno de ataque, elaborado por el General Emilio Korner y aprobado por el presidente Errazuriz, consideraba la inmediata invasión de Neuquén por 50.000 hombres pertenecientes a la Tercera y Cuarta Zonas Militares a través de los pasos fronterizos de Antuco y Lonquimay. Luego se ocuparía Río Negro y Chubut. Paralelamente, otros 50.000 hombres de la Segunda Zona Militar estarían dispuestos en los valles y bosques cordilleranos de la zona central (entre Aconcagua y Maipo) esperando la ofensiva trasandina. Se esperaba que, ante el ataque chileno en la zona de Neuquén, las divisiones del Ejército argentino presentes en Mendoza salieran en auxilio de su gente en el sur, además de intentar repeler la ofensiva. Esta hipotética situación les daría la posibilidad a los hombres dispuestos en la defensa de la zona central para pasar al ataque.




No obstante, ambos países, convertidos sin duda en potencias, y luego de intesas reuniones diplomáticas, supieron escuchar y aceptar los principios de arbitraje y control de armamentos que proclamaba el Zar Nicolas II para sus pares en Europa, firmando en 1902 los llamados Pactos de Mayo, los que mantendrían la paz entre ambas naciones.

FUENTES.
-LACOSTE, Pablo: Chile y Argentina al borde de la guerra (1881-1902). Anuario del Centro de Estudios Históricos "Prof. Carlos S. A. Segreti", Vol. 1, N°1, Mendoza, 2001.
-CÁCERES, Luis: En torno a los preparativos de movilización del Ejército chileno en 1898, ante el conflicto de límites chileno-argentino. Revista de Historia Militar N°5, Santiago de Chile, 2006.

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